Messi, pletórico, decide por sí solo los partidos
La mejor forma de tomar el pulso al Barça es ver el estado de forma de Messi y la expresión de su cara. Tras la bronca que tuvo con Luis Enrique parece otro, mucho más motivado y efectivo. Suma 10 goles en los últimos ocho partidos que ha jugado. Además, su incidencia en el juego del Barcelona es total. El ejemplo más claro es el de este pasado domingo, en el que le marcó un gol al Athletic de Bilbao y participó directamente en los otros cuatro.
El técnico apuesta por un once y aparca las rotaciones
En la derrota de Anoeta se le recriminó que dejara a Neymar y a Messi en el banquillo. Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la afición y de la crítica tras una serie de decisiones en cuanto a la configuración de las alineaciones. Desde entonces, Luis Enrique ha confiado en un once tipo, con pequeños retoques. Los resultados no se han hecho esperar y ha conseguido que la mayoría de futbolistas recuperen la confianza y la fe.
En la derrota de Anoeta se le recriminó que dejara a Neymar y a Messi en el banquillo. Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la afición y de la crítica tras una serie de decisiones en cuanto a la configuración de las alineaciones. Desde entonces, Luis Enrique ha confiado en un once tipo, con pequeños retoques. Los resultados no se han hecho esperar y ha conseguido que la mayoría de futbolistas recuperen la confianza y la fe.
Se sacrifica la posesión ante la velocidad en ocasiones
El Barcelona no renuncia a su filosofía ni a su estilo pero ha decidido evolucionar y ser más práctico. En algunos partidos en los que el rival se cierra juega un fútbol más directo. Lo mismo sucede con contrarios que hacen de la presión su arma. El ejemplo más claro fueron los partidos ante el Atlético de Madrid, en los que los jugadores ejecutaron a la perfección varios contraataques. Con Messi, Neymar y Luis Suárez en punta, una contra suele acabar en gol por la calidad que tienen los tres jugadores. Y eso no significa que renuncie al toque, ya que siempre gana la posesión y, ante el Athletic, el equipo recordó al Pep Team.
El Barcelona no renuncia a su filosofía ni a su estilo pero ha decidido evolucionar y ser más práctico. En algunos partidos en los que el rival se cierra juega un fútbol más directo. Lo mismo sucede con contrarios que hacen de la presión su arma. El ejemplo más claro fueron los partidos ante el Atlético de Madrid, en los que los jugadores ejecutaron a la perfección varios contraataques. Con Messi, Neymar y Luis Suárez en punta, una contra suele acabar en gol por la calidad que tienen los tres jugadores. Y eso no significa que renuncie al toque, ya que siempre gana la posesión y, ante el Athletic, el equipo recordó al Pep Team.
La forma física de la plantilla es mucho mejor
Las criticadas rotaciones que ha hecho Luis Enrique en la primera parte de la temporada han tenido una rentabilidad a largo plazo cuyos frutos ahora se recogen. La dosificación de la plantilla permite que ahora todos sus componentes estén en mejor forma física que sus rivales. Mientras que, por ejemplo, se está hablando del cansancio que parece atenazar al Real Madrid, los azulgranas están mostrándose mucho más frescos sobre el césped.
Las criticadas rotaciones que ha hecho Luis Enrique en la primera parte de la temporada han tenido una rentabilidad a largo plazo cuyos frutos ahora se recogen. La dosificación de la plantilla permite que ahora todos sus componentes estén en mejor forma física que sus rivales. Mientras que, por ejemplo, se está hablando del cansancio que parece atenazar al Real Madrid, los azulgranas están mostrándose mucho más frescos sobre el césped.
La actitud es óptima, lo que permite remontadas
Una de las características que está demostrando ahora esta plantilla es la confianza en sí misma y la fuerza mental con la que afrontan los partidos. Solo hay que tomar como referencia varios encuentros en los que han encajado goles y han tardado muy poco en darle la vuelta al marcador. Lejos de venirse abajo, como sucedía anteriormente, son capaces de reaccionar.
Una de las características que está demostrando ahora esta plantilla es la confianza en sí misma y la fuerza mental con la que afrontan los partidos. Solo hay que tomar como referencia varios encuentros en los que han encajado goles y han tardado muy poco en darle la vuelta al marcador. Lejos de venirse abajo, como sucedía anteriormente, son capaces de reaccionar.
Se trabaja más la estrategia y el 'balón parado'
Uno de los grandes dramas que sufría el Barcelona era la fragilidad defensiva en balones aéreos centrados al área, bien desde la esquina o a causa de faltas laterales. No solo han practicado la defensa de este tipo de jugadas sino que también hay que encontrar en el gran estado de forma de Piqué una de las claves. El catalán está alcanzando el nivel que le encumbró como uno de los mejores centrales del momento.
Uno de los grandes dramas que sufría el Barcelona era la fragilidad defensiva en balones aéreos centrados al área, bien desde la esquina o a causa de faltas laterales. No solo han practicado la defensa de este tipo de jugadas sino que también hay que encontrar en el gran estado de forma de Piqué una de las claves. El catalán está alcanzando el nivel que le encumbró como uno de los mejores centrales del momento.
También han rentabilizado este tipo de jugadas a favor. Al principio de la temporada no eran capaces de marcar y cada córner que les concedían era un balón perdido. Ahora ha cambiado y el trabajo de laboratorio que realiza Unzué se nota. Es un equipo mucho más trabajado táctica y estratégicamente.
Luis Enrique ha dado rienda suelta al talento
El técnico tenía muy claras sus ideas tácticas y de cómo quería que trabajara el equipo dentro del campo. Esto conllevaba a unos rigores tácticos que encorsetaban a sus estrellas, sobre todo las atacantes. Una de las claves de la reacción del Barcelona ha sido liberar a Messi y dejarle a su aire sobre el terreno de juego. En función de cómo está el partido, él mismo retrasa su posición y se dedica a organizar, hasta que en un momento dado se va hacia portería y suelta su látigo. Y el resto del tridente le acompaña como una máquina perfectamente engrasada.
El técnico tenía muy claras sus ideas tácticas y de cómo quería que trabajara el equipo dentro del campo. Esto conllevaba a unos rigores tácticos que encorsetaban a sus estrellas, sobre todo las atacantes. Una de las claves de la reacción del Barcelona ha sido liberar a Messi y dejarle a su aire sobre el terreno de juego. En función de cómo está el partido, él mismo retrasa su posición y se dedica a organizar, hasta que en un momento dado se va hacia portería y suelta su látigo. Y el resto del tridente le acompaña como una máquina perfectamente engrasada.
Guiños a la plantilla que fomentan el buen ambiente
Uno de los motivos por los que se fichó a Luis Enrique fue por su mano dura y su gusto por el esfuerzo y el trabajo en los entrenamientos. Nada más llegar ya dio muestras de su inflexibilidad, rescatando el código interno y los castigos económicos para sancionar conductas incorrectas. No obstante, desde Anoeta ha decidido ser un poco más flexible, lo que ha aligerado la presión en el vestuario.
Uno de los motivos por los que se fichó a Luis Enrique fue por su mano dura y su gusto por el esfuerzo y el trabajo en los entrenamientos. Nada más llegar ya dio muestras de su inflexibilidad, rescatando el código interno y los castigos económicos para sancionar conductas incorrectas. No obstante, desde Anoeta ha decidido ser un poco más flexible, lo que ha aligerado la presión en el vestuario.